Los dos hermanos comenzaron la bodega tras la derogación de la prohibición después de años de cultivo y venta de uvas. Ernest y Julio estaban compitiendo contra empresas más grandes y establecidas, y mejor financiados, incluyendo más de 800 empresas de los vinos reconocidos en los primeros años después de la derogación de la Ley Seca en California. Su capital inicial fue menos de $ 6.000, con $ 5.000 de ese prestado por Ernest de su madre-en-ley. Los hermanos aprendieron el arte de la elaboración del vino comercial mediante la lectura de viejos, pre-Prohibición folletos publicados por la Universidad de California, que se recupera de la planta baja de la Biblioteca Pública de Modesto.
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